Las fiestas, momento de celebración y sensibilidad

Las fiestas, momento de celebración y sensibilidad 1024 677 TCA Centro Aconcagua

Las fiestas de fin de año suelen ser momentos de celebración, de encuentro con seres queridos, de gratitud por lo vivido y de esperanza por lo que vendrá. Son tiempos cargados de emociones: alegría, nostalgia, ilusión, cansancio. Y justamente por eso, también pueden ser momentos de especial vulnerabilidad emocional.

Se activa el balance del año: lo logrado, lo perdido, lo que no fue. Los encuentros familiares pueden reactivar tensiones o duelos no resueltos. Para quienes transitan un trastorno de la conducta alimentaria, se suma un componente muy desafiante: el fuerte contacto con la comida en contextos sociales. Comer con otros, exponerse a comentarios —aunque bienintencionados— sobre el cuerpo o la alimentación, puede generar ansiedad, vergüenza o deseo de aislamiento.

Por eso, también es tiempo de sostén. De validar lo que sentimos. De habilitar formas más amables de estar con otros y con uno mismo. Acompañar con empatía, proponer espacios de cuidado emocional, y recordar que celebrar no siempre significa lo mismo para todos, también es una forma de compartir.