Desde el Centro Aconcagua, comprometidos con seguir contribuyendo a la salud mental, nos alegra anunciar que inauguramos un servicio de Atención Multidisciplinar a personas que transitan Trastornos de la Alimentación.

Los Trastornos de la Alimentación se presentan cada vez con mayor incidencia y representan cuadros complejos que requieren una atención psicológica, nutricional, médica y familiar; atención que desde Aconcagua estamos preparados a brindar con el respaldo de un equipo de profesionales formados y con experiencia en la problemática.

Quiénes somos

Conformamos un equipo multidisciplinario de profesionales con formación y experiencia específica en problemáticas alimentarias, que nos orientamos a brindar un abordaje conforme a los más recientes desarrollos teórico-prácticos en modalidades de tratamiento. Conscientes de la complejidad de este tipo de problemáticas, atendemos los aspectos emocionales y físicos que se encuentran involucrados, cuidando a nuestros pacientes en su integridad.

¿Qué nos diferencia?

La convicción de la unicidad de la situación de cada persona y la flexibilidad en el uso de nuestras herramientas terapéuticas para dar respuesta a sus necesidades particulares.

Por más de que muchas veces los síntomas se repitan y dé la impresión que hay casos muy similares, todos contamos con nuestra historia única e irrepetible y es éste nuestro norte a la hora de recibir a nuestros pacientes.

¿QUÉ ES UN TRASTORNO
DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA?

Los trastornos de la conducta alimentaria implican una alteración de los hábitos alimentarios, como por ejemplo la restricción alimentaria o una ingesta excesiva con sensación de pérdida de control, que pueden verse asociadas a conductas compensatorias.

Quienes atraviesan trastornos de la conducta alimentaria presentan una preocupación excesiva por la imagen corporal y el peso, que repercute a nivel de la dinámica familiar, relacionamiento interpersonal y actividades diarias. También suelen experimentar baja autoestima, inseguridad, síntomas de depresión y ansiedad.

Si bien las alteraciones del comportamiento alimentario se pueden encontrar en otro tipo de desórdenes emocionales, en los pacientes que presentan Trastornos de la Conducta Alimentaria tienen una estrecha relación con sus preocupaciones respecto al peso y al aspecto.

Es así que en los Trastornos de la Conducta Alimentaria encontramos una sobreestimación del peso y las dimensiones corporales, siendo la distorsión de la imagen corporal el rasgo distintivo, representando un indicador diagnóstico importante.

Cuadros más frecuentes

1

Anorexia Nerviosa

Temor intenso a ganar peso y una percepción distorsionada de su propio cuerpo, lo que las lleva a restringir severamente la cantidad de alimentos que consumen. Esto puede conducir a una pérdida de peso extrema y problemas de salud graves.

2

Bulimia Nerviosa

Se caracteriza por episodios regulares de ingesta excesiva de alimentos seguidos de comportamientos para evitar el aumento de peso, como el vómito autoinducido, el uso excesivo de laxantes o el ejercicio extremo.

3

Trastorno por atracón

Episodios regulares de ingesta excesiva de alimentos, pero a diferencia de la bulimia, no siguen estos episodios con comportamientos de purga. Vale destacar que con frecuencia el atracón puede presentarse durante la noche.

EL CUERPO

SENTIRSE A GUSTO EN NUESTRA PROPIA PIEL

El cuerpo y la imagen corporal forman parte importante de nuestra identidad, adquiriendo gran importancia en la autoestima. Durante nuestro ciclo vital experimentamos cambios físicos importantes, como sucede en la adolescencia con la pubertad, que nos desafían a aceptar nuevas formas corporales. Los valores y significados que la cultura transmite inciden en la vivencia del cuerpo.

Más rígido que para el hombre, el ideal estético de la mujer exige juventud, delgadez y belleza. El del hombre, por su parte, demanda fortaleza y potencia.

 

Los ideales estéticos determinan una tendencia uniformadora, que entra en conflicto con la individualidad y las diferencias naturales entre cuerpos.

IMAGEN CORPORAL

QUÉ REFLEJA EL ESPEJO

Si bien las alteraciones del comportamiento alimentario se pueden encontrar en otro tipo de desórdenes emocionales, en los pacientes que presentan Trastornos de la Conducta Alimentaria tienen una estrecha relación con sus preocupaciones respecto al peso y al aspecto.

Es así que en los Trastornos de la Conducta Alimentaria encontramos una sobreestimación del peso y las dimensiones corporales, siendo la distorsión de la imagen corporal el rasgo distintivo, representando un indicador diagnóstico importante.

Dada la importancia que adquiere la delgadez como ideal a alcanzar, la distorsión de la imagen corporal implica que la imagen que refleja el espejo nunca alcance las expectativas, más allá de la evidencia constatable mediante una evaluación médica y la mirada más objetiva del entorno cercano del paciente.

¿CUÁNDO BUSCAR ATENCIÓN PROFESIONAL?

Algunos signos de alerta para consultar son
  • Fluctuaciones importantes en el peso
  • Preocupación excesiva por la imagen corporal y la comida
  • Conductas evitativas o conflictivas al momento de comer
  • Realizar un exacerbado ejercicio físico
  • Pasar largo tiempo en el baño, particularmente después de comer.
Si te sentís identificado con estos indicios o los percibís en alguien de tu entorno, no dudes en consultar para una entrevista orientativa.

TRATAMIENTO

La complejidad de los Trastornos de la Conducta Alimentaria requieren de un
tratamiento que apunte a la atención psicológica, nutricional y médica de quienes la padecen, al igual que el trabajo en conjunto con el núcleo familiar.

Si bien la sintomatología de nuestros pacientes suele ser similar, desde el Centro Aconcagua priorizamos la singularidad de cada caso, que es nuestro eje al diseñar la estrategia terapéutica.

Ante situaciones difíciles, el síntoma surge como un intento de resolverlas y
protegernos del dolor que nos provocan. Por este motivo es esperable nos resulte difícil cambiar las conductas sintomáticas.

No cabe duda de la importancia de encontrar nuevas formas de hacerle frente a las situaciones difíciles que la vida nos plantea. Ello implica, inevitablemente entender la historia detrás del síntoma.

PRESENCIALIDAD Y VIRTUALIDAD
Desde la Unidad de Atención a Trastornos Alimentarios (UATA) del Centro Aconcagua contamos con experiencia en tratamiento presencial y virtual, pudiendo así acceder a todo el territorio de nuestro país.
De ser posible la presencialidad es recomendada, pero muchos casos nos han confirmado que el vínculo terapéutico, el fuerte compromiso de ambas partes en la mejoría del paciente, trasciende la presencia física, logrando tratamientos virtuales exitosos. Es así que nos enorgullece contar alcanzar a todos los departamentos de nuestro país, ampliando horizontes.
Vale aclarar que en casos donde la patología ha avanzado en demasía es imperativa la consulta presencial.
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